Continuar y no desmayar

Hace un tiempo atrás un seguidor de nuestra cuenta de Instagram me pregunta ¿Cómo se le hace tan fácil continuar en los caminos de Dios y no desmayar? A lo que le respondí con otra pregunta, porque quería saber el porqué de su pregunta, ¿Por qué crees que se me hace tan fácil permanecer y no desmayar? A lo que me responde, es que imagino que usted pase lo que le pase, y venga lo que venga continúa de pie y no quita la mirada de Dios y a muchos de nosotros nos cuesta demasiado. En ese momento sonreí y a los segundos se me inundaron los ojos de lágrimas al recordar todas las veces que he querido renunciar, tirar la toalla y he quitado la mirada de Dios para tener una vida “más fácil y provechosa” (entre comillas) y mi esposa cuando lea esto, las recordará.

Permanecer en Jesús no es algo que se produce automáticamente en nosotros los creyentes, sino que es una decisión propia, una decisión que se va convirtiendo en una manera de vivir, la cual implica obediencia, disciplina y esfuerzo, por lo que no es nada fácil pero creo que todos debemos someternos por completo a nuestra unión con Jesús y darle el primer lugar en todo. Recuerdo que yo creía que al haber entregado mi vida a Jesús, automáticamente iba a crecer espiritualmente, iba ir en aumento mi comunión con el Señor, y mis fuerzas crecerían para nunca desmayar, pero no fue así, eso requiere que dediquemos el tiempo necesario para conocerlo, y entendí que no es algo que podamos hacer por una temporada y luego olvidarnos de ello, sino que debemos hacerlo todos los días, en la calma como en la tormenta y en el momento que dejamos de acercarnos más a Jesús, empezamos a ser llevados por la corriente de este mundo, lo que me sucedió varias veces por no dedicar tiempo para conocer más de su Palabra, por no buscar una relación estrecha entre Él y yo, y por creer que solo se trata de pedir y recibir, no de buscar y luego todo viene por añadidura. Ahora mismo, tú, que lees estás humildes palabras, toma la decisión de entregarte a las cosas de Dios completamente, de concentrar tu atención en el Señor y sumergirte en su Palabra por completo, no será fácil al principio pero entre más busques más sed tendrás de Él, lo que me ayuda mucho es escuchar audios de enseñanzas, lo puedes hacer cuando salgas a correr o a caminar, cuando hagas ejercicio, cuando te duches, cuando estés preparando la comida, cuando comas (si lo haces solo), cuando vayas manejando al trabajo o a dejar a los pequeños a la escuela, cuando hagas los quehaceres de la casa y cuando vayas a acostarte, escucha la Palabra de Dios en todo tiempo, en todo lugar y en toda circunstancia, escudriña su Palabra todos los días, no cuando tengas un tiempo libre sino estipular un tiempo para hacerlo, un tiempo especial donde estudies y comprendas por medio del Espíritu Santo, toma un tiempo por la mañana, por la tarde y por la noche para orar y conversar con Dios, Él siempre tiene tiempo para escucharnos. Así que para continuar y no desmayar, dejemos de poner excusas y pretextos,

¡Permanezcamos hoy y todo el tiempo en Él! Salvemos una vida hoy compartiendo la Palabra de Dios